HACIENDA ELEONOR es la aventura de una pareja, Chantal y Pierre-Yves COMTE, enamorados de Ecuador y apasionados del cacao, que bautizaron a su Hacienda con el nombre de su primera nieta, Eleonor.
ECUADOR
Encaramado a la Cordillera de los Andes, entre la selva amazónica y el Pacífico, rodeado de gigantes como Colombia por el norte y Perú por el sur, Ecuador es uno de los países más pequeños de Sudamérica. Pero este pequeño país comparte con ellos una amplia diversidad de magníficos paisajes que incluye cumbres nevadas, selvas tropicales, altísimos volcanes, ríos impetuosos, la increíble riqueza de su biodiversidad y el fervor de un pueblo entrañable y cariñoso, descendiente de los Incas y de sus antecesores, que dejaron innumerables huellas de la riqueza de las civilizaciones precolombinas.
Aquí, bajo el Ecuador, la luna emergente como una barca horizontal, es un elemento de la Pachamama, la Madre Tierra, la diosa de la fertilidad cuya protección es venerada.
Aquí no es la latitud (0º) la que determina el clima, sino la altitud: aquí conviven todos los climas, desde las abrasadoras playas de la costa, pasando por las nieves eternas de los volcanes de la Cordillera, hasta llegar a la inmensidad de la selva húmeda amazónica.
NUESTRO LOGO
A partir de 1492, con el descubrimiento de América, se produjo también la llegada de los conquistadores a Sudamérica y de las misiones de Jesuitas para evangelizar a los Indios: esto generó el desarrollo del arte barroco colonial, que combina la ostentosidad del arte español y la conmovedora ingenuidad de estos artesanos, instruidos por los conquistadores españoles en el arte religioso.
¡Nuestro logo de la Hacienda Eleonor, recupera las alas de este ángel barroco colonial, cuya forma, simplificada de pechera, evoca el dinamismo que nos empuja, simbolizado por el vuelo del ángel!
La selva amazónica ecuatoriana es este pulmón de la Tierra que debe ser decididamente preservado. A nuestro nivel, nosotros participamos en ello a través de las cien hectáreas de selva primaria de la finca y las plantaciones de cientos de miles de árboles de la propiedad.
EL CACAO
Si bien la palabra "chocolate" proviene de México, donde los Aztecas lo bautizaron con el nombre de "chocolatl", el árbol del cacao es originario de la Alta Amazonia Ecuatoriana (1.000 m de altura).
De hecho, un equipo internacional que reúne a arqueólogos, antropólogos, bioquímicos y genetistas, acaba de sacar a la luz por primera vez, los restos arqueológicos de granos de cacao, que se remontan a 5.300 años de antigüedad, es decir 3.300 años a.C.), encontrados en cerámicas antiguas de la Amazonia Ecuatoriana.
Es el uso más antiguo del cacao conocido hasta hoy. Precede en 1.500 años a la propagación del cacao por parte de los Olmecas y los Mayas en Centroamérica.Es en el sur de la Amazonia Ecuatoriana, en el yacimiento arqueológico de Santa Ana-La Florida (SALF), situado en Palanda, y puesto al descubierto hace 16 años por el arqueólogo Francisco Valdez y su equipo franco-ecuatoriano (IRD/INPC), donde han salido a la luz estas primeras pruebas.
Los "Mayo Chinchipe", la civilización amerindia más antigua de la alta Amazonia conocida hasta ahora, ya consumían cacao habitualmente en aquella época. En este yacimiento subsisten restos de casas y un recinto ceremonial. (Fuente Cirad).
Este resultado acaba de ser publicado en la web de la revista estadounidense "Nature Ecology & Evolution".
El árbol del cacao, árbol endémico propio de la vertiente amazónica de las selvas ecuatorianas, fue descubierto hace más de 5.000 años por los indios, quienes lo fueron aclimatando, cultivando y propagando por todo el país y más allá. Los Conquistadores lo descubrieron en México y introdujeron en la corte del rey de España, y posteriormente en la de Luís XIII, por su matrimonio con la infanta de España, Ana de Austria.
Gracias a su introducción en todas las cortes de Europa, y en particular en la de Versalles, el cacao se convirtió en la bebida de moda entre la aristocracia.
El cacao procedente de la Alta Amazonia, descendía hasta la costa a través del río Guayas y fue bautizado con el nombre de Cacao de Arriba, Fino de Aroma o Cacao Nacional. Es el cacao de origen más antiguo, degustado por los seres humanos.
A comienzos del siglo XX, Ecuador era el primer productor del mundo de cacao de esta variedad "Fino de Aroma".
Pero las enfermedades, las crisis económicas y la competencia de los países africanos, provocaron el declive de esta producción y los agricultores optaron por un híbrido más productivo y menos sensible a las enfermedades de la planta: el CCN 51.
Pierre-Yves Comte se inclinó decididamente por la plantación en exclusiva del cacao original, es decir el "Cacao Nacional, Fino de Aroma" en la Hacienda Eleonor, en la provincia de Esmeraldas.
LA HACIENDA ELEONOR
Pierre-Yves COMTE, arboricultor en el Valle del Ródano durante cuarenta años, se entregó en 1990 a su pasión por Ecuador y por el cacao, que había estudiado en profundidad antes dar el paso e invertir en 2015, junto con su esposa Chantal, en una propiedad situada en la región de Esmeraldas, tierra predilecta del cacao.
De hecho, la región de Esmeraldas es conocida por ser especialmente favorable para el cultivo del cacao, lo que es confirmado por el crítico gastronómico de la revista inglesa "The Economist" como el lugar de producción del "Mejor cacao del mundo".
Inmersa en un paisaje virgen excepcional, "La Hacienda Eleonor" ocupa 350 hectáreas de antiguos pastos y de selva primaria que Chantal y Pierre-Yves, los propietarios, han conservado respetando al máximo su biodiversidad.
Los antiguos pastos fueron suplantados por plantaciones de cacao y las laderas de las colinas con plantaciones de teca y otras variedades de madera noble (caoba, palisandro, seibu, etc.).
La finca ofrece la enorme ventaja de tener un lago natural de 34 hectáreas acoge numerosas especies de pájaros que contribuyen a la biodiversidad de la finca.
La Hacienda Eleonor trabaja en estrecha colaboración con expertos del Cirad (Montpellier) y el Doctor Philippe Bastide (Doctor en Biología), que los ayuda con sus consejos.
Las mazorcas de cacao se recolectan a mano cuando están maduras y son trasladadas directamente a nuestra planta de fermentación y de secado, dentro de la propia finca, lo que constituye una garantía de frescura y de calidad.
Los granos, después de una fermentación de 5 días en cajas de madera y un secado al aire libre, son introducidos en sacos de yute para venderse.
Chantal Comte, por su parte, es también una apasionada de esta nueva actividad, a la cual aporta su talento como catadora, ejercido desde hace mucho tiempo a lo largo de sus treinta y cinco años de experiencia en el sector del vino (ella fue la viticultora de Château de la Tuilerie) y desde la misma época, ejerce su oficio de seleccionadora de rones excepcionales de las Antillas, en su Atelier du Rhum (Taller del Ron) de Nîmes.