PRESENTACIÓN:
- Saint-Pierre de Martinica a finales del siglo pasado: un paraíso tropical, bahía luminosa y lisa cuya “agua es más fina que la pulpa de un sueño”, como escribe el poeta Saint-John Perse. Al pie del Monte Pelée, rodeada de una exuberante vegetación, Saint-Pierre era entonces la capital de las Antillas: 30.000 habitantes, cuyo inmenso teatro aún da fe de su importancia. El pintor Gauguin de visita en Saint-Pierre, quedó seducido por la belleza del lugar y permaneció allí durante casi un año.
- El 8 de mayo de 1902, la erupción del monte Pelée transforma la ciudad en infierno: 30.000 muertos. Solo un superviviente: un vagabundo cuya borrachera lo había arrojado al calabozo y salvado por el espesor de las paredes. La erupción había aniquilado a la élite de las Antillas. De esta deslumbrante ciudad, solo quedaban cenizas. Victor DEPAZ tiene entonces quince años y, como muchos jóvenes “Békés” (franceses blancos de las Antillas), estudia en Burdeos. Siete años después, regresa de peregrino a Saint-Pierre y llora sobre las ruinas del castillo PERINEL, donde había nacido. Ya no se irá. Como para desafiar al monte, compra la mansión «La Montagne» en las propias laderas del Monte Pelée. Su regreso a Saint-Pierre lo vuelve a conectar con sus raíces familiares, la compra de «La Montagne” lo vincula con las raíces de la propia historia, dado que el primer establecimiento azucarero y fábrica de ron de la isla había sido primera propiedad de Jacques du Parquet, sobrino de d’Esnambuc que se había hecho con la isla de Martinica en nombre del rey de Francia.
Uno de los secretos de los Rones DEPAZ radica en la excepcional calidad del agua necesaria para el remojo de la caña antes de la destilación, y fundamental después, para llevar al ron agrícola a su graduación de consumo. De las laderas del volcán surte el agua más pura de la isla: el manantial de la Goyave alimenta la destilería. El Ron Agrícola Plantation de la Montagne Pelée debe su reputación a su terruño único, la frescura de sus cañas, la pureza de sus aguas y su tradición de calidad de la destilación y del añejamiento.

ALCOHOL: 45% vol

ORIGEN: Distillerie Depaz - Saint-Pierre - Martinica

TERRUÑO: Laderas del Monte Pelée, fertilizadas por la erupción del volcán en 1902. La destilería está rodeada de campos de caña, lo que garantiza una cosecha de gran frescura.

PUREZA DEL AGUA: El manantial de la Goyave abastece a la destilería, con el agua más pura de la isla.

ROPAJE: Rubio, brillante.

NARIZ: Floral, sutil, fina, con un toque de cedro y cítricos, notas de almendras tostadas, un perfil sobrio y riguroso.

BOCA: Elegante y suave, confirmación de los aromas a cítricos, especias y ámbar, larga persistencia.

CONSEJOS DE SUMILLER: Este ron se servirá perfectamente como «Ti-punch Añejo» para un aperitivo con amigos, así como para acompañar postres festivos con chocolate y nueces. Degustarlo puro al final de una comida en una copa «tulipán”. Lo apreciarán los amantes del puro para acompañar a un Habano o un puro hondureño. En botella de Coñac de 70 cl, en caja individual redonda. 3.100 unidades embotelladas en octubre de 2004 en Martinica. La etiqueta reproduce de forma refinada las palmeras del Árbol del Viajero sobre un fondo de color marfil.